Como ya hemos constatado en el artículo anterior del blog,
los empresarios tienen el poder de ejercer una presión exagerada a los
trabajadores, obviamente los conflictos laborales están al orden del día, y los
asalariados desprotegidos frente al sistema.
El único recurso para
conseguir alguna mejora laboral pasa inevitablemente por la unión de los
trabajadores.
LA REPRESENTACIÓN DE
LOS TRABAJADORES.
La constitución
española recoge el derecho a la libertad sindical. Hay dos formas de
representar a los trabajadores: la representación unitaria y la representación
colectiva.
La representación
unitaria.
Para ser elegido el trabajador tiene que ser mayor de edad (18 años) y tener
más de seis meses de antigüedad en la empresa. Esta representación está formada
por:
a- Los delegados de personal, en empresas con
más de 10 y menos de 50 empleados. Siguiendo los baremos de trabajadores en
plantilla, el número de delegados oscilara de 1 a 3.
b- El comité de empresa, órgano
representativo para empresas con 50 o
más trabajadores, oscila entre 5 y 21 representantes en empresas hasta 1.000
trabajadores, para más de mil el máximo será de 75 representantes.
La representación
colectiva. Se ejerce a través de los sindicatos, estos delegados
sindicales serán elegidos entre los afiliados con más de 250 trabajadores.
LA NOTICIA
CONCLUSIÓN PERSONAL.
En los últimos años el poder económico ha cargado en contra
de los sindicatos utilizando diferentes tipos de artimañas, legales o ilegales,
en un intento de desprestigiarlos y apartarlos de los trabajadores. Es una
percepción subjetiva.
Con los sindicatos
debilitados los trabajadores están totalmente desprotegidos y a merced de los
intereses empresariales, por lo tanto un trabajador inteligente debería mirar
entre líneas y darse cuenta que la unión del colectivo es la única forma de
luchar contra la desigualdad. Si el proletariado sigue cayendo en la trampa del
poder, el mismo pagará sus consecuencias.
Tus propios
intereses son los de tus propios compañeros.
SELECCIÓN DE CINE
NORMA RAE (Martin Ritt) (1979)
Basada en hechos reales, narra el
proceso de concienciación política de una mujer y su compromiso con la lucha
sindical. Norma Rae (Sally Field), una obrera de una fábrica textil del sur de
Estados Unidos, pasa por momentos difíciles tras la muerte de su marido. Cuando
llega a la ciudad un líder sindical que se propone formar un sindicato en la
fábrica, la vida de Norma cambia por completo: participa en la lucha laboral y
se casa con un compañero de trabajo. Convertida en líder sindicalista, tendrá
que enfrentarse a enormes dificultades para implantar un sindicato en su
fábrica. (FILMAFFINITY)
El film recibe 4
nominaciones y Sally Field gana el oscar por una soberbia interpretación.
PAN Y ROSAS (Ken Loach) (2000)
Maya y Rosa son dos hermanas mexicanas que trabajan, en
condiciones de explotación, como limpiadoras en un edificio de oficinas del
centro de Los Ángeles. Un encuentro con Sam, un apasionado activista
norteamericano, cambiará sus vidas. Gracias a Sam, toman conciencia de su
situación laboral y emprenden una campaña de lucha por sus derechos, pero
corren el riesgo de perder su trabajo y de ser expulsadas del país.
(FILMAFFINITY).
Ken Loach se acerca a la dureza de las trabajadoras inmigrantes
y al funcionamiento sindical en EEUU.
MATEWAN (John Sayles) (1978)
Inteligente reconstrucción de un episodio de la lucha sindical
americana, que toma como pretexto la huelga de una colonia minera en los años
20. Planteada como si de un western se tratara, combina con agudeza la acción
con la reflexión política, sin caer nunca en el esquematismo ni en el fácil maniqueismo.
Tiene la fuerza de un fresco histórico y la profundidad de un alegato moral.
Film inédito en España. (FOTOGRAMAS).