Retomando las jornadas en
la sesión de la tarde, dos interesantes
intervenciones esperaban.
Por una parte Javier Miralles habló sobre el
papel del técnico superior de integración social en los servicios sociales del
ayuntamiento de Alicante.
Dicho
ayuntamiento se haya intervenido por esas extrañas leyes estatales que castigan
a todas aquellas administraciones que realizan correctamente su trabajo. Debido
a todas estas trabas se deben acoger a subvenciones y realizar algunas
kafkianas triquiñuelas para poder dar servicio a los ciudadanos alicantinos.
Así
han logrado diseñar un equipo social para atender las diferentes necesidades de
la población y abrir nuevas vías a los nuevos perfiles profesionales como es el
técnico de integración social.
Tras
esta interesante ponencia el estrado recibe una mesa redonda para contar
diferentes realidades sociales y abrir el camino del técnico de integración
social. Cada una de estas asociaciones o centros exponen como se organizan y la
importancia de la figura integradora.
Las
personas sin hogar y desamparados a los que ayudan a través del proyecto Escola Amiga de los
servicios sociales de Sant Joan de Deu.
La increíble labor de la CEAR, Comisión española para el
refugiado, dónde nos exponen unos datos y una realidad espeluznante.
La asociación ALANNA para víctimas de violencia de género o
el centro de acogida para menores Project Obert de Lliria la Salle.
Cada uno de estos servicios demuestran que la figura del
técnico superior de integración social, se integra de una forma significativa
dentro de cada uno de estos proyectos y cada vez su figura es más necesaria y
más demandada.
Nos quedamos con el buen sabor de boca que nos deja saber que
nuestro futuro laboral puede tener una salida, un futuro para ayudar a los
demás a tener también su esperanza por mejorar, y así entre todos/as poner
nuestro granito de arena en una sociedad y un mundo de rocosas desigualdades.
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