Acceder a una plaza de
Formación Profesional de grado superior era todo un reto tras muchos años
alejado de los estudios. Al final en la decisión actuaron diferentes factores,
uno de ellos tuvo que ver con la cuadratura de un círculo personal.
El título de TÉCNICO SUPERIOR DE INTEGRACIÓN SOCIAL llamaba
la atención, soñaba con este colofón a una vida académica gris dónde jamás
estuve a gusto con lo que aprendía, dónde no tuve la oportunidad de elegir,
dónde la información y la oferta eran exiguas y sobre todo dónde mi único
objetivo era trabajar en cualquier lugar para independizarme.
La tarea iba a resultar intensa, complicada, pero
apasionante. De entre todas las asignaturas, la de Formación y Orientación Laboral
(FOL) llamaba mi atención porque podría ayudarme personalmente a reafirmarme e
identificar por fin un objetivo concreto y quién sabe, si en un futuro, podría trabajar orientando a
los demás.
El círculo perfecto, primero fue orientado y luego
orientador, ayudar a los demás es ayudarse a sí mismo.
Este blog está dedicado a los pasos que iré dando para hacer
posible la cuadratura de este círculo.
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